martes, 3 de junio de 2014

Que sea un secreto...[YoonKook] Cap. 2

Un buen jugador; el chico de los tiros perfectos.

Se sentía realmente mal, ¿Por qué los había dejado ganar? No entendía la razón, Suga era buen jugador, cada vez que tiraba a la canasta encestaba, todos sus tiros entraron, en cambio muy pocos fueron los que JungKook encestó. El pelinegro pensaba que lo había hecho por lástima, seguramente para reprocharle en todo momento luego del partido que gracias a él habían ganado, les restregaría en la cara que sin su ayuda no hubieran sido capaces de ganarles…, y era cierto, de no ser por la “ayuda” de Suga hubieran perdido.

JungKook no se conformó con eso, quería demostrarle a Suga que él solo podía hacerlo; luego de que el partido terminara el menor no festejó su victoria pues sabía que no había sido la más justa. Entró en el vestidor y tomó una de las muchas botellas de agua que se encontraban en la mesa que habían mandado a poner los miembros del STAF para que terminando el partido pudieran hidratarse, se acomodó las agujetas y sin hacer caso a la invitación del líder a comer caminó hacia la cancha.

Suga ya estaba más que listo para irse, se había cambiado la ropa por una que no tuviera exceso de sudor escogiendo de la que llevaba en la maleta unos pantalones negros algo ajustados y una de las flojas playeras que acostumbraba usar, caminaba ya por el corredor de salida cuando vio la cara que el menor tenía dibujada; se veía molesto o más que eso, era una mezcla de enojo, frustración y decepción. Su actitud al no hacer caso a la invitación de su líder se lo confirmó, cuando pasó a un lado suyo pudo escuchar el bufido que emanó el menor al estar cerca suyo: estaba molesto, con él. Un suave suspiró salió de los labios del castaño, se dio la vuelta y caminó en la misma dirección en la que iba el menor, su caminar comparado con el del pelinegro era lento ya que éste caminaba dando pasos largos producto del coraje que sentía.

Al llegar a la cancha tomó uno de los balones de la rejilla y lo azotó contra el piso provocando que éste botara fuera de su alcance, su ceño estaba fruncido, veía atento el balón aunque era claro que no le prestaba atención, más bien estaba ocupado pensando en cómo iba a demostrarle a Suga que él podía.

— Creo que cualquiera que sea la razón de tu enojo el balón no tiene la culpa…



Habló el castaño luego de ver el desquite del chico, al escucharlo JungKook se dio la vuelta y puso verlo, recargado a un lado de la puerta, sus brazos estaban cruzados y lo veía fijamente mientras ladeaba la mirada.



—Pues si la tiene…



Su enfado aumentó al verlo tan despreocupado, a veces le molestaba esa forma de ser tan seria del chico. Se giró y tomó otro de los balones de la rejilla, se colocó en la mitad de la cancha, apuntó hasta la canasta y lazó dándose la vuelta inmediatamente; el ruido del balón entrando en la canasta y las cuerdas de la misma envolviéndolo le hicieron sonreír, alzó la mirada hacía el chico y lo miró arqueando levemente su ceja derecha, como si le quisiera decir “mira, puedo solo”. El balón botó unas cuantas veces sobre el piso para luego chocar contra la pared y detenerse, el castaño lo siguió con la mirada y sonrió ladino como era su costumbre.



—Buen tiro…-Murmuró.-



— ¿Esperabas que no encestara?-Preguntó desafiante pero sin poder hacer a un lado su actitud inocente, llevó sus manos hasta su cintura.-



—No en realidad…



El castaño caminó hasta la rejilla y tomó uno de los balones, se colocó en el mismo lugar donde momentos antes había estado el menor, apuntó hacia la canasta y tiró; esta vez el balón no entró la red, en su lugar chocó contra el filo del aro y botó luego en el piso. Suga mantenía las manos arriba mientras veía su encestaba o no, al ver que no bajó sus manos y suspiró mientras acomodaba su playera.



—Es cuestión de suerte…



— ¿Ah?...-Lo miró algo incrédulo, lo decía para hacerlo sentir bien.-





—Sí, es cuestión de suerte, muchas veces puedes saber mucho de algún deporte pero puede que a veces los nervios te ganen o la suerte no esté de tu lado...-Ladeó un poco su cabeza para verlo.-

— ¿Nervios?-Bufó.- si eres profesional debes saber controlarlos...

—Puede ser pero lo nervios no se irán...

— ¿Tú sentiste nervios?

—Tal vez...

Murmuró el castaño esbozando después una casi invisible sonrisa, claro que se había puesto nervioso ¿Cómo no iba a estarlo? cualquiera se pondría nervioso al estar cerca de la persona a la que tanto quiere y más si estando solos como lo estaban ellos.

— ¿Te ibas a quedar a practicar? -Preguntó al no obtener respuesta del menor.-

—Sí, quiero quedarme un rato...-Habló bajando la mirada sintiendo nuevamente un poco de coraje en contra del castaño.-

—Bien... ¿Puedo practicar contigo? Así tendrás a quién quitarle el balón, ¿Qué dices?

Estaba un poco cansado, los ensayos y la grabación del programa hacían que sus energías fueran pocas y sus ganas de descansar muchas pero se quedaría sólo por JungKook, quería ayudarle, hacerlo sentir bien de alguna forma ya que no quería que sintiera coraje hacia él y también aprovechaba para mejorar aunque fuera sólo un poco su relación con el menor ya que al parecer Suga no era de su agrado, no lo demostraba, incluso nadie a simple vista podía darse cuenta, tal vez era sólo su imaginación pero sentía eso, sentía que cada vez que se acercaba al pelinegro éste hacia lo posible por alejarse, si Suga le hablaba JungKook contestaba con "Sí", "No" o con una respuesta un tanto forzada. Quizás era porque YoonGi se acercaba a él en momentos no buenos como cuando está enojado, cansado o sin ganas de hablar con nadie; sea cual sea la razón Suga tenía que hacer lo posible por mejorar su relación, por una parte porque eran miembros del mismo grupo y compañeros de casa y por otro porque así podía llegar a conocerlo mejor, a acercarse a él.

—Uh...-Se mantuvo pensativo por unos cuantos segundos.- está bien...-Era una buena oportunidad, debía demostrarle que era bueno.-

—Vale...

El pelinegro tomó uno de los balones y se lo lanzó al mayor, esté lo detuvo muy cerca de su abdomen, lo tomó con firmeza y acto seguido miró al chico.

—Intentaré quitártela, si logro hacerlo cinco veces entonces tendrán que invitarme a comer.

Le dijo sonriendo, no con malicia pues de eso no había ni un pizca en él sino con alegría; aunque aún se sentía un poco molesto no quería parecer un chico, además era su compañero de grupo y su mayor, si lo pensaba detenidamente Suga no lo había hecho con mala intención, aunque tal vez sí para molestarlo, de igual forma debía agradecerle por aquello y porqué no, también podía sacar alguna ventaja de ello ahora que sabía que el mayor se había dado cuenta de que estaba molesto.

—Trato hecho. -Asintió con firmeza y bastante convencido.-

Su juego comenzó tranquilo, Suga se movía de un lado a otro esquivando al menor quien trataba de quitarle el balón, subía y bajaba sus manos sosteniendo el mismo mientras observaba al chico quien estaba más que concentrado en hacerlo, lo miró atento como si no quisiera perderse ningún detalle, ningún gesto; el mirarlo tanto lo hizo descuidarse el pelinegro logró arrebatarle para luego correr y lanzar el balón; encestó. Suga aplaudió un par de veces bajando la mirada, se agachó para tomar el balón y comenzaron con lo mismo. Luego de que JungKook le quitara el balón por tres veces seguidas el cuarto intento comenzaba: el menor se preparaba para quitarle el balón, un paso hacia atrás, dos, tres y al llegar al cuarto YoonGi sintió que perdía el equilibrio; el balón que JungKook había usado para encestar la primera vez se había cruzado en el camino de Suga, irremediablemente comenzó a caer, JungKook vio una oportunidad, tomó el balón e intentó jalarlo pero Suga no lo soltó y de igual forma JungKook se aferró a esté provocando que los dos cayeran. Al estar muy cerca ya del piso ambos soltaron el balón, Suga levantó un poco la cabeza para no golpearse y el pelinegro trató de meter las manos, al llegar al piso ambos quedaron bastante cerca el uno del otro. Por unos segundos se quedaron quietos, no dijeron nada, la espalda de YoonGi golpeó fuertemente el piso por el peso del menor que lo empujó con más fuerza. Aún estando un poco adolorido no pudo evitar observar a Jungkook, estaba bastante asustado, lo miraba como si esperara que no se hubiera lastimado.

Aquel rostro de piel clara era tan bello, el brillo en sus ojos era único, aquellos apretables cachetes lo hacían lucir lindo y sus labios..., sus labios provocaban hasta al más casto, nunca lo había tenido tan cerca, podía sentir su respiración y corazón acelerados por el susto incluso su cálido aliento que chocaba suavemente contra sus labios. No pudo contenerse, debía hacerlo, llevaba tantos años guardando aquello, debía salir..., debía confesarse o de lo contrario exploraría. Sus manos lenta y cautelosamente se acercaron a sus mejillas, lo tomó con ternura y con mucho cuidado; sus pulgares se posaron en sus cachetes, su cabeza se movió y poco a poco disminuyó la distancia entre su rostro y el ajeno, sus labios estaban a punto de tocar los contrarios. Al estar lo bastante cerca el pelinegro se alejó algo sorprendido, provocando que Suga que asustara, probablemente lo golpearía por lo que estuvo a punto de hacer pero no fue así, JungKook se puso de rodillas rápidamente y lo miró atento, de un movimiento suave de cabeza negó, se puso de pie y corrió hasta salir de la cancha, Suga estaba aún en el piso, solamente ladeó un poco su cabeza para ver cómo la silueta del chico desaparecida por el pasillo.

¿Qué había hecho? Una fuerte punzada en su pecho lo hizo sentarse a la par que llevó sus manos hacia su pecho. ¿Qué iba a hacer ahora? ¿Con qué cara se iba a presentar frente al chico? ¿Le diría a los demás?

—Eres un estúpido -Flexionó sus rodillas para luego golpear su frente contra las mismas.- ¡Un idiota! ¡Estúpido! -Se insultó un poco molesto por lo que acababa de pasar.- ¡Lo echaste todo a la mierda! -Apretó sus puños hasta lograr que sus palmas se pusieran blancas por la fuerza, estrelló su diestra contra el piso y cerró los ojos tratando de pensar bien lo que haría.-

Debía pensar una buena excusa aunque ¿Para qué hacerlo? Con aquello seguramente JungKook ya se había dado cuenta de sus sentimientos hacia él, ya no había excusa que valiera y lo que más mal le hacía sentir era que lo había perdido, ya no quedaba esperanza alguna de que entre ellos pasara algo... ¿La había antes? Era sólo una tonta ilusión, si tan sólo no lo hubiera hecho...

Escrito por Nekocornios coreanos ♡

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