martes, 3 de junio de 2014

Ocultos [BangLo]



No había cosa que le molestara más en la vida, que el hecho de tener que ocultar su relación a los ojos del mundo. Era una cosa que no le gustaba y más de una vez, le había traído problemas con quien es su pareja en ese momento, siempre que sacaba el tema a relucir, él decía que no podían, la empresa se negaría y las fans al enterarse, dejarían el fandom por lo que el grupo se vendría abajo y no nada más eran sus sueños, eran los de otras cuatro personas que no debían porque pasar algo así, mucho habían luchado por estar donde estaban y con esas palabras, él se soltaba a llorar.









Pero eran esos momentos donde podían sentarse frente a las fans, estando juntos y poder jugar, ellas lo tomaban como un juego, como fanservice y podían tocarse de manera muy sutil, sin levantar sospechas. Su cabello aún era rosado, el color se había ido, cuando el mayor lo vio ingresar al departamento donde todos vivían juntos y vio el color que llevaba, solo sonrió y lo llamó “Bebé con nata” por eso había permanecido con el tono, aunque tuviera que teñirlo de nuevo de otro color pronto.

[···]

Era hora del pequeño descanso, antes de seguir con las firmas, Zelo, se entretenida mirando a las fans y haciendo alguna que otra pose a las cámaras que veía. En una de ellas, posó su índice izquierdo sobre la mejilla del lado correspondiente e instantáneamente, los flashes aparecieron.

El líder permanecía sentado del lado derecho de su maknae, mantenía sus brazos cruzados y observaba en silencio como se entretenida. Esa mañana habían tenido suerte de sentarse juntos, pero el joven dongsaeng permanecía molesto después de advertirle sobre no pasarse con sus miradas o caricias, después de su pataleta, berrinche y pucheros, el menor termino por aceptar, era por eso, que ahora le ignoraba.

Bang simplemente sonrió ante lo infantil que podía ser, pero eso era algo que adoraba del menor. En un momento del descuido del joven y en que las fans se preparaban para la siguiente ronda de fotos y saludos, se inclinó lo suficientemente cerca del joven, acercando sus labios peligrosamente a ese cuello blanco que anhelaba besar y morder.

—Si apartas ese dedo de allí, te daré un beso— Fueron las palabras que captaron totalmente la atención del maknae. ¿Hablaba enserio? ¿Un beso? ¿Delante de todas las fans?

—Tengo el otro lado— Comentó simplemente, ocultando esa felicidad tan grande que sentía en realidad.

El mayor solo sonrió y negó con su cabeza. —Yo quiero besar ahí.— Dijo con simpleza y el joven pelirrosa termino por aceptar, apartando su dedo de su mejilla, el líder aprovecho y tras tomar al menor por la barbilla, giró sutilmente su rostro y plasmó sus labios en esa mejilla tan blanca como la leche.

Zelo no tardó en sonreír y susurrar su tan conocido “Naekkeoya” al oído del mayor quien seguía cerca suyo, ya que, para su suerte, las fans no habían presenciado de dicho acto de amor entre ellos. La mirada del menor seguía fija en su líder, en ese hyung de quien se enamoró sin darse cuenta.

—Cuando estemos a solas, te besaré en otro lugar donde te gustará más.

—Comentó el líder con una amplia sonrisa que dejaba mostrar sus encías, aún se mantenía cerca del dongsaeng, por lo que el staff o los demás, no escuchaban sus palabras y acto seguido, se reincorporo, ya que las fans comenzaban a mirarlos y tomar fotos de nuevo mientras gritaban por su “fanservice”

JunHong miró al mayor, su sonrisa radiaba más de lo esperado, más de una fan se dio cuenta, más no entendían del todo él por qué. —¿La otra mejilla?—

Preguntó él divertido, sabiendo que no se trataba de eso. Bang rodó sus ojos y sonrió con ironía, asintiendo a las palabras del menor.

—Claro, la otra mejilla— Dijo el líder mientras volteaba su atención a las fans por breves momentos.

—Entonces…— El líder de B.A.P. volvió su atención al más joven de todos al escuchar su voz de nueva cuenta. —¿Aquí?— Señaló sus propios labios. Bang sonrió ladinamente y tras asentir con su cabeza, señaló el cuello del menor.

—Y aquí también.—

—¿Por qué no ahora?— Cuestiono el joven con un puchero en sus labios tras haber retirado su dedo, Bang había vuelvo a sentarse correctamente y bebía un poco de agua embotellada, mirando al menor de reojo. —Sería un buen fanservice, las fans lo grabarían y podríamos verlo en casa.— Agregó mientras jugaba con el bolígrafo entre sus manos.

—Si claro, como una película casera con fondo y grito de fans.— Comentó con ironía el líder, ocultando lo mejor posible su diversión ante los pucheros que el menor realizaba sin darse cuenta.

Zelo tenía su entrecejo fruncido, sus labios abultados y sus mejillas infladas. —Supongo que eso significa que debo esperar a que lleguemos a casa.—

—Lo dices como si me negara a llenarte de besos cuando estamos en casa. Vaya niño.—

Zelo ya no dijo nada más sobre el tema, había regresado a estar molesto con el líder, cosa que Bang no paso por alto. Las fans estaban regresando a la fila, por lo que no podría tocar al menor o acercarse mucho de nuevo, pero bajo la mesa, sin que nadie pudiera ver gracias a la tela que cubría dicho mueble, sujeto la mano de esa persona que era la inspiración para sus letras, ese niño a quien le negó su cariño en un principio, más que nada por su moral.

Todos los señalarían, tal vez les darían la espalda, pero mientras lo tuviera consigo, nada de eso le importaba. Saldrían adelante y cuando él cumpliera la mayoría de edad, le propondría escapar lejos, de los ojos de los demás, donde pudiera besarlo frente a los ojos de los demás sin ser juzgados, solo así, ambos serían felices, sin reprimirse como en ese momento.



Sus miradas cruzaron una vez más y aun con la molestia que sentía, Zelo sonrió. Entrelazaron sus dedos y permanecieron con sus manos tomadas lo que quedaba del evento, ocultos a los ojos de los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario